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La luxación de cadera

A día de hoy, el miembro inferior está acaparando la atención de cada día más especialistas debido a la cantidad de lesiones producidas en ellos. Estas lesiones se producen en todos los grupos poblacionales, desde niños afectados genéticamente, jóvenes con sobrecarga de ejercicio o ancianos afectados por enfermedades.

Una de las articulaciones del miembro inferior más afectada es la cadera o articulación fémoro acetabular, la cual puede desarrollar multitud de patologías, las cuales normalmente son incapacitantes ya que limitan la marcha.

Las lesiones de cadera en nuestra sociedad constituyen un gran impacto hoy en día tanto sanitario, como económico. Gran parte de la población anciana de nuestro país padece algún problema en dicha articulación, por lo que vamos a intentar acercarnos un poco más a una de sus patologías, la luxación de cadera.

¿Qué es una luxación?

Las luxaciones posteriores son las más frecuentes. Una luxación posterior se define como la salida de la cabeza femoral hacia atrás; esta se proyecta contra borde posterior del acetábulo (ver imagen anterior) y abandona la cavidad articular, quedando alojada tras ella. Así ocurre en el choque frontal en un accidente automovilístico.

¿Son frecuentes?

Las luxaciones traumáticas de cadera suponen del 2 al 5% de todas las luxaciones. Son normalmente consecuencia de traumatismos de alta energía y, a menudo, van acompañadas de otras lesiones: hasta el 95% de las que acontecen en accidentes de tráfico asocian otra lesión del aparato locomotor.

La luxación traumática de cadera es muy poco frecuente en niños. De este 2 – 5% mencionado anteriormente, sólo el 5%, o 0,8 casos por millón, ocurren en niños menores de 14 años. Es decir, son 25 veces menos comunes en niños que en adultos.
Por otro lado, sobresalen las luxaciones tras un reemplazo total de cadera, que se produce en 3-19% de todos los reemplazos totales de cadera, por lo que es fundamental seguir las recomendaciones proporcionadas por el fisioterapeuta durante su atención hospitalaria.

¿Cómo sé si me he luxado la cadera?

El diagnóstico de las luxaciones traumáticas de cadera es clínico y se basa en el antecedente de traumatismo violento, dolor intenso, impotencia funcional, acortamiento del miembro afectado y posición viciosa del muslo. Es una emergencia que requiere tratamiento en el menor tiempo posible para evitar complicaciones.

¿Qué puede hacer mi fisioterapeuta por mí?

El fisioterapeuta debe tener presente que el tiempo de cicatrización en el caso de una intervención quirúrgica es siempre más largo.

Una vez se inicia el tratamiento de fisioterapia, hay una exploración completa del paciente y se valora el estado de la articulación afectada. Puede suceder que, aunque venga diagnosticado como una luxación y que el fisioterapeuta piense que pueda haber una inestabilidad, encuentre una articulación rígida (debido a la inmovilización, las complicaciones u otros factores asociados). Entonces deberá comenzar por la rigidez buscando un aumento del arco articular, disminuyendo el dolor, etc. También se puede presentar como una articulación inestable y entonces, habrá un buen refuerzo muscular dirigido.

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