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Las caídas en los ancianos

Debido a los avances en sanidad, la mayoría de los países están experimentando un aumento en la longevidad de su población. Comienzan a aparecer nuevos retos sanitarios cada vez más complejos, así como retos sociales ante una población cada vez mas anciana.

Hay que tener en cuenta que el envejecimiento es un proceso diferente en cada una de las personas, por lo que la condición física y mental de cada uno son distintas, ya que existen muchas personas que alcanzan edades avanzadas en plenitud de facultades, tanto intelectuales como físicas y sociales. Por desgracia, circunstancias como riesgo de exclusión social, soledad por viudedad, separación, carecer de familia y otras muchas situaciones condicionan el estado general de la población adulta mayor.

Estas alteraciones incluyen las caídas, las cuales representan una modificación importante en la funcionalidad, pudiendo provocar fracturas, luxaciones o abrasiones de distintos tipos. Dichas caídas están condicionadas a una serie de factores de riesgo extrínsecos e intrínsecos, por lo que un plan de cuidados preventivos se hace necesario.

Ya en 2002, la OMS establece una política sanitaria para prevenir este declive, describiendo la iniciativa como “un proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos, permitiendo a las personas desarrollar su potencial para alcanzar el bienestar físico, social y mental a lo largo del curso de la vida”.

La mayoría de las caídas que se producen en los adultos mayores son de origen multifactorial, es por todo esto fundamental evitar una serie de factores que podrían aumentar el riesgo de caídas en esta población, y para lo que, en el presente artículo, dejamos algunos consejos que mejoraran la calidad de vida de estas personas.

Factores de riesgo a evitar:

  • Un ambiente sencillo favorece la disminución de caídas.
  • Iluminación adecuada
  • Superficies antideslizantes
  • Colocar los objetos al alcance del individuo.
  • Colocar barandillas en la cama en el caso de que sean necesarias.
  • Colocar la cama en posición mas baja.
  • Proporcionar medios de solicitud de ayuda.
  • Evitar la presencia de objetos desordenados en el suelo.
  • Utilizar bastón o andador cuando el riesgo de caídas sea alto.
  • Utilizar calzado seguro, evitando cordones y zapatos abiertos.

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